jueves, 2 de diciembre de 2010

El Negocio del SIDA


El inmunólogo suizo Dr. Alfred Hässig sostiene lo siguiente:
"Aquellas que se llaman popularmente pruebas del SIDA no identifican o diagnostican el SIDA y no pueden detectar el VIH, el virus que se dice causa el SIDA. Las pruebas ELISA y WESTERN BLOT, usadas normalmente para diagnosticar una infección por VIH, detectan solamente las interacciones entre las proteínas y los anticuerpos que se creen son específicos del VIH; no detectan el VIH por sí mismo. Y en contra de la creencia popular, las pruebas más recientes de carga viral no calculan los niveles del virus actual en la sangre.
Todas las pruebas de anticuerpos de VIH son extremadamente inexactas. Una de las razones para la enorme inexactitud de las pruebas es que una gran variedad de virus, bacterias y otros antígenos pueden lograr que el sistema inmunitario fabrique anticuerpos que también reaccionan con el VIH. Cuando los anticuerpos producidos como respuesta a estas otras infecciones y los antígenos reaccionan con las proteínas del VIH, se registra un resultado positivo. Muchos anticuerpos encontrados en personas, pueden originar una lectura positiva en las pruebas de anticuerpos de VIH. Ya que la producción de anticuerpos generados por varias infecciones virales comunes puede continuar durante años después de que el sistema inmunitario ha vencido al virus, e incluso durante toda la vida, las personas tienen reacciones falso positivas duraderas a las pruebas del VIH durante años o por el resto de sus vidas."
Por otra parte, los llamados "test de carga viral" que utilizan la técnica de la Reacción en Cadena de la poliómeras (PRC), no serían validos, pues el inventor de esta técnica, el norteamericano Kari Mullis, quien recibió el Premio Novel de Química por el invento de la PCR, dice que su técnica "no puede medir cantidad de virus alguna". En el simposium celebrado en Colombia, en 1997, el Dr. Mullis llegó a decir que lamenta haber inventado la PCR al ver como se está usando fraudulentamente en el campo del SIDA.
Entonces, si es imposible determinar la presencia del VIH en la sangre ¿podrían ser otros factores los causantes del SIDA?
Según los científicos disidentes de la versión oficial, el SIDA es una inmunodeficiencia adquirida por desnutrición crónica, padecimiento de otras enfermedades no tratadas (como hepatitis), el uso abusivo de drogas o la combinación de alguno de estos factores entre sí.
¿Por qué entonces se insiste en relacionar al VIH como el causante del SIDA, si es imposible determinar su presencia en la sangre de un individuo con los test?
Porque esta hipótesis proporciona mucho más dinero que la que hemos expuesto antes. A las compañías farmacéuticas les resulta mucho más rentable que se trate el SIDA como una enfermedad incurable, en la que sólo se puede aspirar a frenar su desarrollo con fármacos a precios desorbitados (gracias a las patentes), que solucionar problemas como el hambre, la drogadicción u otro tipo de enfermedades curables cuyo tratamiento sería mucho más barato. Además el SIDA y su tratamiento se han revelado como un perfecto método de control de la población en el tercer mundo, pues al determinar que una persona tiene el SIDA, prácticamente es como sentenciarle a la pena de muerte, ya que esto supone, en primer lugar, que no se tratarán las verdaderas causas de su inmunodeficiencia y, en segundo lugar, se le administrarán una serie de fármaco (como el AZT) altamente tóxicos.